Pregunta: Nosotros debemos compartir con los otros, de esta manera
podemos extender nuestro Kli, ¿No hay ninguna otra manera de hacer
eso? Nosotros debemos compartir en la acción, no en la intención,
debemos ser buenos en este mundo, ¿es este el avance espiritual?
Respuesta:
Baal HaSulam escribe que simplemente al impuro (el egoísta)
Baal HaSulam escribe que simplemente al impuro (el egoísta)
las fuerzas de sus pensamientos lo empujan tales conclusiones. Es más,
no ayudar a la causa de avanzar hacia el Creador lleva a la
destrucción del mundo. No por nada se dice: "El camino al infierno
está pavimentado con buenas intenciones" .
Siendo amables con nosotros sin la intención de unirnos con el Creador
nos llevarán a la autodestrucció n y odio. Esto ha pasado más de una
vez en la historia: en Rusia, en las comunidades y en los kibbutzim de
Israel. La razón fue que ellos no creyeron que nosotros y nuestro
mundo fueron creados así para llegar al Creador. Si ésta es nuestra
meta, entonces cualquier cosa que podamos hacer, acostumbraremos a
hacerla correctamente en este mundo sin dañarnos. Incluso sin saber
todas las leyes de este mundo, seríamos más eficaces y seguros porque
aspiramos al Creador. Ésa es la manera en que se debe hacer.
Pero si nosotros empezamos a vivir para nuestro propósito egoísta,
traeremos la desilusión y el sufrimiento. Nunca nos satisfaremos y aún
cuando a veces podamos sentirnos satisfechos, esto producirá más
desilusión y dolor, porque el mundo está destinado para llevarnos al
Creador. Si el hombre se acostumbra a la ley espiritual del
otorgamiento para tener éxito en este mundo, se llama Klipá.
El universo consiste en 5 partes: Keter y Jojmá son las categorías del
Creador. Biná es una propiedad del otorgamiento. ZA es un acto del
otorgamiento de Biná, un ejemplo para Maljut. Maljut es un deseo de
recibir, el ego, la propiedad de la creación.
La "ruptura" tiene lugar para corregir a Maljut. Por el poder de la
explosión, las propiedades de Biná (el otorgamiento) entran en las
propiedades de Maljut (la recepción) y luego, se combinó, "se rompió".
Nosotros nos creamos de su propiedad común rota, es decir no solamente
tenemos el deseo de recibir (Maljut), sino también entendemos que
usando las propiedades de Biná podemos ganar todavía más, así Maljut
trabajaría para Biná y no a la inversa.
Siendo amables entre nosotros, adaptamos las propiedades de Biná rota
a nuestro egoísmo, a Maljut. Así deseamos construir una sociedad
próspera y feliz. Pero Biná (la propiedad del otorgamiento) es dada a
nosotros para que pudiéramos usarla para aspirar al Creador. Cualquier
otro uso de las propiedades de Biná nos hará gran daño a todos.
Los problemas de la Perestroika en Rusia (cuando las personas
comprendieron que los métodos falsos no sirvieron) no se ha resuelto
todavía y las consecuencias todavía se sentirán durante mucho tiempo.
Ellos usaron la idea del otorgamiento para vivir alegremente sin la
conexión con el Creador. Si los rusos hubieran hecho uso del mismo
para volverse como el Creador, habrían tenido más éxito que todos los
otros.
Si nosotros ayudamos al enfermo, damos las limosnas a los pobres,
proporcionamos el seguro social, como resultado, causamos a las
personas más daño que Bien. ¡Puede parecer una paradoja! Dando a las
personas, llenando sus necesidades nosotros les robamos a menudo una
oportunidad de volverse al Creador. ¿Qué queda del deseo creado por el
Creador? Sintiendo el vacío en él, este debe buscar el relleno, debe
preguntarse por el significado de su vida y debe revelar al Creador.
¡Sea amable! ¡Sea bueno! No hay nada espiritual en eso. La
espiritualidad significa una sola meta: el Creador y las acciones de
todo hombre deben dirigirse a Él. Él nos crea y nos da las condiciones
alrededor nuestro: la pobreza, sufrimientos y dolencias. Si ellos
dicen: "son correctos los hechos del Creador", nosotros debemos
detenernos y preguntarnos: "¿Por qué Él nos creó a nosotros y a
nuestro ambiente de esta manera?"
Nosotros hemos tratado a la naturaleza en forma semejante, mientras
hemos creído que se crearon las cosas sin ningún propósito, hasta que
comprender que nada debe destruirse en este equilibrio perfecto donde
todos los elementos nos apoyan. Los vicios de la sociedad humana no
pueden ser eliminados por métodos sinceros. Ellos desaparecerán en
cuanto nosotros aprendamos a usar las leyes de la naturaleza
correctamente.
Debemos tratar al mundo de acuerdo con la regla: "Ama a tu prójimo
como a ti mismo", porque esto nos lleva al Creador. Si nosotros lo
hacemos, todo alcanzará la perfección.
Bnei Baruj
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