SABIDURÍA CABALISTICA


"Ei'ze'hu cha'cham?
Ha'ro'eh et Ha'no'lad.



¿Quien es una persona sabia?
Aquella que ve las cosas que están por venir (o por nacer).


Cuando el sabio esta frente al Nolad reconoce su potencialidad aunque sea solo la semilla.

El sabio, sin prisa, esta siempre anticipado.

El sabio es el que puede conservar un estado de satisfacción permanente.











lunes, 1 de febrero de 2016

ALQUIMIA: EL ARCHÉ

Para crear los cuerpos internos es necesario un pequeño artificio, que es a la vez, el secretum secretorum de los antiguos alquimistas. Este secretum secretorum es el Arcano A.Z.F., que puede resumirse así: “Conexión sexual sin derrame seminal, sin eyaculación del “Ens Seminis.” Así se transmuta el “Ens Seminis” en energía creadora. 

 En Alquimia existen tres clases de Mercurio: 
1— El Azogue en bruto o sea el Hexiohehary o esperma sagrado. 
2— El alma metálica del esperma, que es el resultado de la transmutación de la libido. Esa alma metálica, es energía creadora que asciende por los cordones ganglionares espinales hasta el cerebro.
3— El Mercurio que ha sido fecundado por el Azufre. En Alquimia, el Azufre es el Fuego Sagrado. 

 El Mercurio fecundado por el Azufre, el tercer Mercurio, es el más refinado y el más importante, es lo que llamaríamos el Arché, en griego. De ese tercer Mercurio salen los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. También encontramos el Arché en el Macrocosmos, que es el Arché Macrocósmico. Ese Arché Macrocósmico es la nebulosa de donde salen los mundos. 

¿Qué es la nebulosa? 
Es el Arché Macrocósmico, es una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. La sal es el espíritu. La sal está contenida en el esperma sagrado y se sublima con la transmutación. De manera que en el Arché del Microcosmos hay también Sal. Azufre y Mercurio. La sal está contenida en las secreciones sexuales, mas lo que pasa es que necesita sublimaciones, de manera que cuando se realizan las transmutaciones, también se transmuta la Sal. En el Arché del Microcosmos, de donde salen los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, hay Sal, Azufre y Mercurio y en el Arché del Macrocosmos también hay Sal, Azufre y Mercurio. De la nebulosa, del Arché Macrocósmico, de allí, salen las unidades cósmicas, los mundos. Aquí abajo es igual que arriba, para que los mundos salgan se necesita la nebulosa, y para que eso suceda se necesita la materia prima que es el Arché, que es una mezcla de Sal, Azufre y Mercurio. Abajo, en el Microcosmos, también hay que elaborar primero la nebulosa con Sal, Azufre y Mercurio, y de ella surge, como allá arriba los mundos, los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. Lo que El Gran Arquitecto del Universo hizo en el Macrocosmos, nosotros lo tenemos que hacer aquí en pequeño, porque “tal como es arriba es abajo”. Así es como vienen a surgir los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser. De manera que se necesita crear en nosotros el Arché. El Arché es Sal, más Azufre, más Mercurio. Tanto arriba como abajo. Creando el Arché vienen a cristalizar en los cuerpos Físico, el Astral, el Mental y el Causal. Con el tercer Mercurio, que es el Arché, es con el que se fabrican los Cuerpos Solares. Nosotros los estudiamos bajo el punto de vista alquimista, a la luz de la meditación para llegar a comprenderlo mejor. El que ha fabricado los cuerpos, tiene después que perfeccionarlos. Para que esos cuerpos se perfeccionen, se necesita forzosamente eliminar el “mercurio seco” que no es otra cosa que los “Yoes”, si uno no elimina los “Yoes”, los Cuerpos Existenciales no se perfeccionan y los cuerpos que no se perfeccionan no pueden ser recubiertos por las distintas partes del Ser. Para que los cuerpos puedan ser recubiertos por las distintas partes del Ser, deben perfeccionarse, convertirse en vehículos de oro puro. Pero, no podrían esos vehículos convertirse en instrumentos de oro puro sino se eliminaran el “mercurio seco” y el “azufre arsenicado”. ¿Cuál es el mercurio seco? Los “Yoes”. ¿Cuál es el azufre arsenicado? Pues el “fuego bestial, de los infiernos atómicos del hombre”. Ese fuego corresponde al abominable “órgano Kundartiguador” (o Cola de Satán). Hay que eliminar el mercurio seco y el azufre arsenicado para que los cuerpos existenciales superiores del Ser, creados por el Arché de la Alquimia, puedan convertirse en vehículos de oro puro de la mejor calidad. Esos vehículos de oro puro pueden ser recubiertos por las distintas partes del Ser, y allí, al fin, todos ellos, penetrándose y compenetrándose mutuamente sin interferirse, vienen a servir de envoltorio a nuestro Rey, nuestro Cristo Íntimo. El se levanta de su sepulcro en el instante que hay un envoltorio de esa clase y se recubre con ese envoltorio para manifestarse aquí, a través de los sentidos, y trabajar por la Humanidad doliente, así es como el Señor viene a la vida, surge a la existencia el Cristo cósmico, o sea, el Magnés Interior de la Alquimia.



¿Cuál es la Piedra Filosofal? 
La Piedra Filosofal es el Cristo Intimo vestido con sus Cuerpos de Oro. Esa envoltura de oro, formada por los cuerpos, es en lenguaje sánscrito, el To-Soma-Heliakon, el Cuerpo de Oro del Hombre solar. Cuando uno posee la Piedra Filosofal tiene poder entero sobre toda la Naturaleza. La Naturaleza le sabe obedecer, posee el Elixir de la larga Vida, puede conservar el Cuerpo Físico durante millones de años. De manera que ese es el camino, el camino está en la simiente y nada más. Dentro del organismo humano suceden cosas interesantes. Como los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser no son otra cosa que Mercurio fecundado por el Azufre, en esos cuerpos de Mercurio, tiene que aparecer entonces el oro. Pero, ¿quién podría fijar los átomos de oro en el Mercurio? No podrían ser fijados sino con un artífice, que no es otra cosa que el famoso Antimonio de la Alquimia. El Antimonio, en realidad, no es un metal desconocido en Química, pero, en Alquimia, es una de las partes de nuestro Ser. Esa parte de nuestro Ser sabe fijar los átomos de oro en nuestros cuerpos de Mercurio. Así, esos cuerpos de Mercurio, vienen a convertirse en Cuerpos de Oro Puro de la mejor calidad. Cuando uno posee los Cuerpos de Oro Puro, recibe la Espada de Oro. Ya se es un arcángel, con espada de oro puro de la mejor calidad, una espada que se revuelve amenazadora lanzando fuertes llamas. La espada de los arcángeles. Así que bien vale la pena, pues, fijar los átomos de oro en el Mercurio y todo esto se puede lograr a condición de eliminar el mercurio seco y el azufre arsenicado. Si alguien no elimina el mercurio seco y el azufre arsenicado sencillamente, no logra perfeccionar sus cuerpos y hacerlos de oro de la mejor calidad. Así, pues, todo el secreto de la Gran Obra, consiste en saber fabricar el Mercurio hasta crear el Arché, la nebulosa intima y particular de donde han de surgir nuestros distintos Cuerpos Celestiales como también enseña San Pablo.

Fuente:
ASOCIACIÓN DE CENTROS DE ESTUDIOS GNÓSTICOS, ANTROPOLÓGICOS, PSICOLÓGICOS Y CULTURALES A. C. Matrícula Cámara de Comercio S0-500484 de 2004 Personería jurídica 1294 de 1990. NIT. 800-160659-0 WEB : www.acegap.org