SABIDURÍA CABALISTICA


"Ei'ze'hu cha'cham?
Ha'ro'eh et Ha'no'lad.



¿Quien es una persona sabia?
Aquella que ve las cosas que están por venir (o por nacer).


Cuando el sabio esta frente al Nolad reconoce su potencialidad aunque sea solo la semilla.

El sabio, sin prisa, esta siempre anticipado.

El sabio es el que puede conservar un estado de satisfacción permanente.











jueves, 26 de enero de 2017

¿Puede uno rechazar completamente el uso del egoísmo con intenciones o sin cambiarlas es considerado la corrección?



Respuesta: 

Hay un deseo de recibir placer y una intención para ese
fin. Justamente la intención determina la esencia del deseo. Si la
intención es "para uno mismo", el deseo es también llamado egoísta. Si
la intención es "para alguien más" (incluyendo al Creador), entonces
ambas intenciones y el deseo son llamadas altruistas.

Habiendo nacido completamente egoísta, el hombre tiene que asemejarse
al Creador. Esto es por lo que él descendió a este mundo. Hasta que
complete esta misión dada desde arriba, el hombre habrá de retornar a
este mundo una y otra vez. 

Si disminuyó mi egoísmo sin cambiar la intención, no lo corrijo, sino
que oculto y niego el trabajo asignado a mí por el Creador. Esto es
practicado por todos los métodos y religiones, excepto por la Cabalá.

Por la neutralización de su egoísmo el hombre se siente más
confortable, sufre menos, permanece contento con "una taza de arroz
por día". Sin embargo, puesto que el egoísmo se mantiene creciendo de
generación en generación, llega el momento en que el hombre desecha
este método. Esto es lo que está sucediendo en el mundo hoy en día.

El correcto método consiste en permitir a nuestros deseos crecer
inmensamente, pero con la intención del otorgamiento. Este cambio de
intención de "para uno mismo" a "para el fin del Creador (o para
otros)" es producido en nosotros por la Luz Suprema. Así, nuestro
esfuerzo no es limitar nuestros deseos o luchar con el egoísmo, sino
el de atraer la Luz Superior. Esto se explica en "Introducción al
Estudio de las Diez Sefirot" (p. 155).

Cabalá significa "recepción", significa que uno debe usar los deseos
de uno y no deshacerse de ellos, los cuales, como la vida demuestra,
es absolutamente imposible. Cambiando la intención para un deseo
cambia el más salvaje y más cruel en el más maravilloso y útil.
Nuestros deseos no son malos, sino que son usados en la manera equivocada.

Nuestra alma común es llamada "Adán". Es un deseo creado divinamente
con la intención "para el fin del Creador". La transformació n de la
intención a "para uno mismo" es llamada "La Caída de Adán". De manera
concordante, nosotros, partes de esa alma, tenemos que corregir
nuestras intenciones. Adán, un deseo común, estalla en muchos
fragmentos con el fin de facilitar la corrección de cada intención
individual y reconstruir el alma común.

Cualquiera puede dar. Lo que uno da no está necesariamente corregido.
Por dar a alguien más persigo mis propios objetivos. La corrección es
un cambio de la intención. En la forma que doy y recibo, incluso si
doy y no recibo nada en recompensa, siempre tiene algún interés obvio
u oculto, el beneficio.

El hombre es incapaz de otorgar no en una forma egoísta. Entonces,
¿cómo es posible? Sólo si en el intercambio por dar todo a alguien me
conecto con el Supremo, el Creador eterno y perfecto. En este caso Él
llegará a ser mi premio, por Su fin seré capaz de otorgar no de forma
egoísta. La Luz Suprema, la cual desciende sobre nosotros, transforma
mis propiedades, haciéndolas similares a las del Creador, llegando a
ser tan perfecto y eterno como Él.

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