En la simbología alquímica Nuestro Oro es sinónimo de Azufre Alquímico. Quien refirió esto fue Filaleteo en
La Entrada Abierta al Palacio Cerrado del Rey, Editorial 7 1/2, S. A., Barcelona, 1979.
Pero antes de proseguir vamos explicar el significado en alquimia del término Azufre.
«La base de la teoría hermética es la unidad de la materia. Ella es una pero puede tomar distintas formas y, en
estas nuevas formas, combinarse y producir nuevos cuerpos. La materia es compuesta de dos principios Azufre
y Mercurio, que pueden ser combinados en diversas proporciones formando nuevos cuerpos. Basilio Valentín,
le añade un tercer principio, que es la Sal. Así, el Azufre en un metal, significa el color y la combustibilidad.»
En Theories & Symboles des Alchimistes, Albert Poison, Éditions Traditioneles, Paris, 1981.
Ireneo Filaleteo en el Capítulo XI, de La Invención del Perfecto Magisterio, XI, dice:
«De allí salió el Mercurio Hermafrodita. Lo pusieron sobre el fuego y en un tiempo de ningún modo largo, lo
coagularon, encontrando en su coagulación al sol y a la luna.»
Quiere esto significar, en nuestro modesto entendimiento, que el mercurio filosófico per se por la acción del
fuego, en un vaso cerrado, se coagula en Azufre alquímico del Sol o de la Luna conforme fue preparado por el
regulo Solar o Lunar.
En el Capítulo XIII, Del Empleo de un Azufre Maduro en la Obra del Elixir, XIV:
«Este azufre desempeña en nuestra obra el papel de macho, y cualquiera que aborda sin él el arte transmutatorio
no tendrá éxito nunca, afirmando todos los Sabios que no se puede hacer ninguna tintura sin Latona, siendo este
bronce sin lugar a dudas el Oro que ellos llaman así...»
Y en el Capítulo XV, De la Purgación Accidental del Mercurio y del Oro, III:
«El mercurio tiene verdaderamente una gran necesidad de una purgación interna y esencial, que consiste en la
adición gradual de un azufre verdadero, conforme el numero de Águilas: entonces está purgado radicalmente. Este azufre no es otra cosa que nuestro oro...»
Sabemos que en la vía de las amalgamas el Azufre es extraído del oro o de la plata fundidos con el regulo
marcial que en la destilación de la amalgama es incorporado poco a poco en el mercurio filosófico.
En la versión húmeda de Filaleteo, el mercurio filosófico como contiene en su seno el azufre Solar o Lunar por
la coagulación per se se transforma en Azufre filosófico.
En la vía seca del antimonio el azufre alquímico es extraído del Caput mortum después de lixiviado, calcinado y
sublimado.
En esta obra el azufre alquímico es introducido por Marte que fue utilizado en la preparación del regulo marcial.
Es una operación muy delicada que exige del operador el conocimiento exacto del modus operandi.
También en la vía de Flamel, que tal como la vía de Filaleteo es una vía de las amalgamas, el cocimiento de la
amalgama produce el azufre filosófico que es retirado del matraz conforme es producido.
En Las Doce Claves de Basilio Valentín, el azufre es extraído del oro como él explica en la Tercera Clave y en
el Ultimo Testamento. Además, en la vía del Vitriolo también descrita por el Maestro en el Ultimo Testamento,
el azufre alquímico puede ser extraído del vitriolo en la forma de aceite rojo muy pesado.
En la vía húmeda de Kamala-Jnana el azufre alquímico es obtenido luego en inicio en la Separación por medio
del fuego secreto a partir del sujeto mineral.
Podríamos referir otros casos que nos definen claramente la necesidad de un Azufre alquímico que,
conjuntamente con el Mercurio filosófico forman la llamada Rebis, Hermafrodita o Andrógino, esto es, una
materia filosófica simultáneamente macho y hembra.
Por eso hallamos extraño que en la descripción de una obra alquímica de un autor moderno después de la
preparación del mercurio filosófico llamado «Azoth» se refiera a la conjugación del indispensable azufre
alquímico con el designado Azoth para la formación de la Rebis, con uno de los elementos que forman el Fuego
Secreto al cual designa por analogía con Filaleteo, «Nuestro Oro» o sea, en la terminología del gran Adepto,
Azufre filosófico.
En nuestro modesto entendimiento, esta materia muy común y bien conocida porque es usada diariamente en
nuestras comidas, nada tiene a ver con el azufre alquímico designado por los Maestros y, por eso, este
procedimiento no se corresponde con ninguna obra alquímica conocida y, no nos parece que tenga sentido.
Es probable que la conjugación del tal «Azoth» con un verdadero Azufre alquímico hasta extraído con ingenio y
arte del propio Caput de un Águila, a la semejanza de la obra de Basilio Valentín en la vía del Vitriolo, cumpla
sus funciones, transformando el compuesto en una verdadera Rebis que, cocida en un huevo filosófico per se en
un horno y en baño de arena, pueda permitir la muerte alquímica del compuesto o sea, el Cuervo en el régimen
de Saturno y, así por delante, hasta el régimen del Sol, en cocción continua, apenas con la aplicación de un calor
adecuado para cada régimen.